La nueva versión, con cristales, de las marquesinas oleirenses protegen bastante más de la lluvia, pero no son todo lo efectivas que uno pueda esperar en el país de la lluvia.

Puede parecer un chiste, pero no lo es: Galicia (y Oleiros) está plagada de marquesinas que protegen poco o muy poco de la lluvia. Hace mucho años los antiguos modelos si lo hacían, pero desde hace un par de décadas han aparecido modelos mucho más estéticos que bien podrían valer para el sur de España, pero no para Galicia.

A finales de 2018 el Concello de Oleiros se propuso instalar nuevas marquesinas que cumpliese dos propósitos: ser antivandálicas y proteger de la lluvia. 75.000 euros de inversión para sólo 14 marquesinas es bastante dinero, pero si cumplían su objetivo…

Pero por increíble que pareciese, las nuevas marquesinas contaban con un diseño que para nada favorecía frenar el viento y proteger de la lluvia.  Tal y como detalla La Opinión de A Coruña el 09·10·21:

Tras el fracaso del primer modelo oleirense de marquesinas, que supuso un gasto importante y que generó críticas generalizadas desde el primer día por su diseño que favorecía la entrada de agua y viento, el Concello ha empezado a instalar otro modelo que espera que tenga mejor acogida.

El propio alcalde de Oleiros reconoció en su momento que «el diseño de las estructuras no se adecua a lo que él solicitó» y que los usuarios tienen razón al denunciar las deficiencias de las marquesinas.

Es por ello que hace meses que se ha instalado un nuevo diseño que protegen de la lluvia, o al menos más que las anteriores.

Hoy hemos podido comprobar que con un simple «orballo» (sin fuerza ni viento lateral) los usuarios siguen mojándose en el interior. Bastante menos, pero sigue lloviendo en el interior. De hecho los usuarios no pudieron sentarse al llover en la zona de los asientos.

marquesinas Oleiros lluvia
Sentarse es imposible con lluvia, porque llueve en esa zona.

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